Los tanques rusos llegaron a Praga el 21 de agosto de 1969 para desmontar la Primavera de Praga y así apuntalar el régimen comunista. El máximo objetivo de las fuerzas invasoras era apresar al gobierno de la nación. El KGB, con la colaboración de la STB, actuó con rapidez y diligencia arrestando al presidente Dubcek y a su circulo de gobierno: Kriegel, Cernik, Smrkovský, Spacek y Simón. Acto seguido fueron subidos por la fuerza a un avión y, tras hacer una escala en un aeropuerto militar en el sur de Polonia, llegaron a Moscú. Allí los políticos checoslovacos fueron aislados y sometidos a una enorme presión para que claudicaran ante la invasión, y firman un documento conocido como el Protocolo de Moscú. Tal documento consistía el la ?legalización?, por justificada, de la invasión soviética de Checoslovaquia, daba el visto bueno a la permanecía del ejecito Ruso en su país y apoyaba la revocación de las reformas liberalizadoras emprendidas por el gobierno de Dubcek: era un sometimiento total a Rusia.